Vaya! pues nunca me lo había planteado…
quizá no lo más raro, pero una vez estaba en el laboratorio frío trabajando (es una especie de habitación que está a cuatro grados centígrados y en la que hacemos algunos experimentos). Era verano y yo iba de tirantes y sandalias. Entré para hacer una cosa rápida, pero la puerta se cerró de tal forma que era incapaz de volver a abrirla. Estuve sólo unos minutos hasta que apareció un compañero y me abrió la puerta desde fuera… pero se me hicieron eternos… y heladores!!!!
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